jueves, 25 de marzo de 2010

Adios mi amor...


Dices que lo sientes.
Se te pone esa cara de ángel justo cuando la necesitas.
Mientras yo iba y venia todo este tiempo porque honestamente creía en ti.
Se pasaron los días aguantando.
Chica estúpida.
Debí haberlo sabido...

Debí haber sabido que yo no soy una princesa
este no es un cuento de hadas
no soy la única a la que aprietas en tus brazos y subes por las escaleras.
Esto no es hollywood
esta es una ciudad pequeña
yo era un soñadora antes de que tu te fueras y me dejaras...
Ahora es muy tarde para que tú y tu caballo blanco volváis.

Cielo..era ingenua,me perdía en tus ojos
y realmente nunca me diste una oportunidad...
tenia tantos sueños juntos, de los 2.

Finales felices

Y ahora estás ahí arrodillado suplicándome perdón!
suplicándome a mi...justo como siempre quise...
pero lo siento mucho, porque yo no soy tu princesa,
encontraré a alguien algún día que pueda tratarme bien.
Este es un mundo enorme, ese barrio es pequeño...
Ahora si que puedo verte a lo lejos en mi retrovisor,
porque es muy tarde para ti y tu caballo blanco.

Nunca más... :)

3 comentarios:

  1. La nostalgia a veces invade nuestros corazones y tendemos a buscar la estabilidad. No siempre esa estabilidad es lo que siempre ha estado ahí. A veces lo que siempre ha estado allí no es más que "lo típico" y lo necesitamos porque siempre estuvo allí no porque realmente nos haga bien.
    Planteate... te hace bien? si es así, recupéralo.
    Si no...

    http://www.youtube.com/watch?v=RixxTGONE1A

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  2. Sácate el coraje a ras de piel para que yo lo vea, y desnúdate hasta que se te destapen las ganas de tirar para adelante. Aclárate la voz y busca algun motivo real o inventado, esta vez no voy a dejar tan siquiera que pronuncies la desgracia. Sacúdete la soledad y dale brillo a esa alegría de vivir, me encargaré de abrirte las alas para que salgamos a volar...

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  3. Sácate el coraje a ras de piel para que yo lo vea, y desnúdate hasta que se te destapen las ganas de tirar para adelante. Aclárate la voz y busca algun motivo real o inventado, esta vez no voy a dejar tan siquiera que pronuncies la desgracia. Sacúdete la soledad y dale brillo a esa alegría de vivir, me encargaré de abrirte las alas para que salgamos a volar...

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