domingo, 24 de enero de 2010

Y si las sonrisas son de algún color...


Me duele la tripa.
Es un dolor extraño, profundo,punzante.
Hacía mucho que no me dolía así, casi ni lo recordaba, porque no es como ese dolor que te avisa de que alguien te va a visitar dentro de poco, ni como cuando has comido tanto que vas a estallar, ni ese dolor de flato que te entra cuando has corrido mucho.
Es parecido al dolor de las agujetas que te entraban cada vez que en educación física mandaban hacer 100 arrancadas de castigo por haber hablado demasiado.
Solo que el dolor que tengo es placentero.Doloroso...pero placentero.

Es el dolor de la felicidad, de las risas, de los buenos momentos que vivimos anoche entre patatas y pizza, entre calles y callejones, de las lágrimas que caían por mis mejillas cálidas cada vez que recordábamos aquel instante fatídico en el metro.
De las miradas de complicidad al descubrir algo en la persona q se sienta a nuestro lado en el metro,de las confesiones sobre vidas pasadas y amistades perdidas.

Me gusta ese dolor,me gusta como me sienta..y creo que a ti también se te ilumina la cara.
Gracias por compartirlo conmigo.

3 comentarios:

  1. Conozco a un pedazo de alegría de vivir, residente en la esquina de las ganas de comerse el mundo saboreando los bocados. Al día se le cuentan mil sonrisas contantes y sonantes. Y al año se le restan los murmullos y los quereres de recuerdos que no deja caducar. Porque es de esas personas que no puede seguir adelante sin tener la certeza de que su pasado está sano, salvo y convencido de buscar la felicidad aunque no sea a su lado. Y es que sabe de donde viene y tiene las ganas de averiguar a donde va, sin miedo, sin caretas...

    Es de grandes gestos y pequeños detalles. Transforma tardes rabiosas en noches que se mueren de risa, porque regala carcajadas hasta llegar a un flato tremendamente reconfortante. Es de ayuda callada y carácter incorregible. Su cabeza es un baúl de ingeniosas reflexiones. Y su mirada, es sincera y “chiribitesca” al extremo más duro de la franqueza humana.

    Si el mundo se desmoronara a sus pies ella seguiría erguida, tal vez con las rodillas temblorosas y alguna que otra lágrima maldita disfrazada de fugaz… pero su bandera es el coraje y la lealtad. No tiene tiempos, tan siquiera muertos, para reclinarse a placer de nadie o dejarse llevar por algo que no sea su propia voluntad.

    Todos deberían tener a una Irene en sus vidas para sonreír sin menos motivos y aprender a vivir más de verdad.



    Te lo dije ya una vez y creo que no deberias de olvidarlo.

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  2. .... ME INCLINO ANTE TI....

    sabes que eres graaaaande...muyy grande mi pequeña saltamontes...

    solamnte puedo decirte una vez más de corazón..GRACIAS :)

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  3. Pensé que esa sensación me pasaba solo a mi, te das cuenta que la vida es muy fea cuando te pasan cosas así, al leer lo que escribes me identifico pero creo que no sufro, y tu lo pasas mal, no es justo,siento que tu sensación en el estomago es nostalgia,yo suelo no tener apetito por que no me lo pide el cuerpo, pero realmente¿vale la pena?.
    ¿Realmente te aporta tanto esa persona?
    ¿No es una falsa sensación?
    Puede que sea una etapa,lo puedes llamar amor si quieres, yo creo que cuando no es correspondido no es realmente amor, prefiero llamarlo ilusión, MAGIA.

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