En un instante puede cambiar tu vida.
Una simple decisión puede llevarte por 2 caminos muy distintos. Por un lado puede ser la causante de tu máxima felicidad o la culpable de esa inestabilidad emocional que te hará caer en el hoyo mas profundo.
Tendemos la responsabilidad de una decisión a una simple margarita... Me quiere? No me quiere, Me quiere?? No me quiere..., y nos ilusionamos con un sí creyendo que nos amarán eternamente.
Deseas dos cosas con una ansiedad digna de las rebajas y tienes que elegir...una moneda al aire, CARA O CRUZ?
Y siempre va seguida de la misma pregunta que repetimos una y otra vez:
QUE HAGO?????
No sabemos tomar decisiones por nuestra cuenta.Necesitamos una segunda, tercera o cuarta opinión para saber qué hacer o qué es lo mejor.
Pero quién no arriesga...no gana, y mejor arrepentirse de lo que has hecho que pensar en el qué pudo haber sido.
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Mucha fuerza, sopesa bien las decisiones y no te queden ganas de más, haz exáctamente lo que quieras.
ResponderEliminarAlgún día los locos moveremos el mundo...
"Hay tantas cosas de nadie en los rincones de todos"
;)
Que excelente post.
ResponderEliminarSin duda, hay que arriesgarse... porque quien no lo hace, no cruza el río.
Hay que arriegar es mejor que pensar el que hubiera sido : )
ResponderEliminar¿Que arriesgas?eres consciente del daño que te hacen,muy dentro de ti sabes que esa persona no te dará la felicidad, al igual que yo; la extrañas, la deseas, la quieres, pero .........intentarlo, ¿ valdría la pena?.
ResponderEliminarNo creo.
Yo ya no.